Compra de cuerpos por unas horas. Desconocidos bailando, se desperdicia el champan. Hombres tontos, idiotas que se dejan robar comprando sentimientos. Sueñan dejandose arrastrar de tu sensualidad. Todos creen poseerte, incluso el Saxo que suena en decibeles bajos, te llama en su melodia. Mas monedas, papeletas que permitan pasar contigo la noche entera. En casa nadie los espera. Lencerias por el suelo, inentendimientos, inexacta expresion del comercio… hombres que intentan olvidar. Olvido de carnes, de aromas, de rutinas.