Apacible tu voz que aún recuerdo,
cuando escucho la luz
que entra desde el este,
y se disipa el miedo y la tormenta.
Y todo se llena de ti…
atomos en forma de tu luz,
de tu presencia,
atomos
en forma de tus recuerdos,
cuando caminabas descalza
en mi alma
dejando rastros hacia tu sitio…
y me eras trigo, rosa perfumada
Y yo creyendote eterna
y tu
languidecida
y triste
Y yo, que no, que nunca te irias
de este universo
y tu
flotando, danzando en la luz
infinita de este verso.
A mama nieves. (C) 2017
C Banks
Hermoso
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Saludos Marina, gracias por pasar tus ojos por mis escritos. Que bueno que te gustan. Un abrazo
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