Ahora soy casi
un ósculo del infierno
amante de Serrat,
un antiaverno.
Soy el minuto
del desconocido,
un anticupido.
Un guerrillero
de cuerpos,
asesino mordaz
de labios y silencios.
En mi ocasión
insana
hay un estallido,
un provocado
desdén un anti reino.
Venzo
el miedo inmenso
no muero en ti
sino
en el antiverso.