A los 30 años, un 11 de febrero de 1963, Sylvia Plath, habiendo sellado las puertas del cuarto de sus pequeños Frieda Y Nicholas con sumo cuidado y dejando al lado de sus dos pequeños, sus vasos de leche, abrió la llave de gas y metió la cabeza en el horno, tomó todas las precauciones […]
a través de Sylvia Plath: la tragedia, los hombres y la muerte —