Entonces

me dices que te espere

frente a la iglesia,

que vaya aunque la lluvia

intente detenerlo todo.

 

Que vaya,

que me esperas,

y yo sorteando caminos anegados

con esta lluvia a destiempo.

 

Y se refleja la luna

entre tanto llanto del cielo,

rebotando las gotas

en el cristal templado,

y me abruma el frio

y te imagino tibia

como una hostia

y en paz dentro del auto.

 

Esperando mis labios calientes

como una oración

espera a los dioses…

 

Con esos muslos que

son dos torres hacia el cielo

y sostienen al infierno…

al fuego fatuo entre tus piernas,

al elixir de la vida,

al maná…

y me doy prisa

con ese recuerdo…

 

Y llego al sitio

para bebernos el café

de nuestros labios

sobre la risa inocente

del reencuentro,

y sacas un cigarrillo

electrónico

y te crees la Monroe.

 

Y yo empapado de ti,

y de tanta lluvia,

y tu, empapada de mi,

y de tanto amarte,

en el asiento de atrás

de tu bm.

CBanks 2015.