El texto que se reproduce a continuación, escrito por Ericka Arriola, refleja un afán por desentrañar lo oculto detrás del velo del pasado, anclado en el recuerdo pero vivo en el presente emocional y sentimental.
Hace tanto que ya no habitas aquí, en mis canciones favoritas que un día también fueron las tuyas y que sabías que me volvía loca escuchando mientras bailaba descalza y mi cabello se sacudía, que tratabas de seguirme pero sólo reías porque ¿cómo es que podía estar tan loca sin una gota de alcohol y tú no pudieras siquiera seguir el ritmo? Pero qué más da.
Mandabas todo al diablo con tal de verme reír y bailar a mi lado, incluso pisándome los pies… al final sabía que eso no importaba, pues terminábamos cansados y lo único que iba a querer sería besarte y terminar bajo las sábanas que a veces tanto nos esperaban.
Y es que es en estos momentos que escucho a Damien Rice y ya no bailo, pero me acuerdo de aquel sofá que escuchaba nuestros más profundos secretos y era testigo de todas las promesas que nos hicimos, aquellas paredes que fueron testigos del brillo que desprendía cada que me contabas las anécdotas de pequeño y el porqué admiras tanto a tu papá y el porqué tenías un cierto reproche hacia tu madre.
Hace tanto que me he olvidado de mí misma que se me ha olvidado que hace tanto que ya no habitas aquí.
Ericka Arriola