Dejemos que todo muera

menos aquella flor.

Dejemos que el mar se seque

no el rio de tu amor.

Dejemos que se vaya

el silencio

sin la ternura de

tu voz,

que me salva

si te pienso.

Me libera

de lo atroz.

Dejemos morir

la tarde…

con

nacimientos de una flor

con aroma de tu risa

con colores

de tu voz

Hagamos renacer la vida

embriagada en tu amor

de canelas y aceitunas,

con el trigo y tu calor.

 

Somos dueños de la luna

que se rompe con la flor

somos dueños de la brisa

ahuyentemos el dolor.

Somos dueños de este tiempo

en que surge nuestro amor.

Somos bello universo

que nos une

hasta el sol

 

CBanks