Mis labios te recuerdan

tienen ansias de ti

hambre de ti.

Quieren acosarte bajo la breve lluvia.

Robarte un beso, acaso.

Intentan leer tus palabras de amor.

Eres tu el poema

que hay sobre tus

propios labios,

en cada labio un verso

en cada verso

un beso mio.

Hay un sonido lento

y lleno de frio,

son tus pliegues

intentando decir si

al beso mio.

Pero tus ojos se alejan

hacia el horizonte tibio

hacia la brisa fria,

buscando aquel alivio,

Inquieta como el viento

buscas el beso mio,

Hay claros atardeceres

de testigos

y millones de estrellas

que tititlan…

Ellas miran tu piel,

tu piel temblando

sobre la mia,

cuando se me olvidan

el mar

y tus pupilas.

Tiembla

tu labio cercano al mio,

el mio no tiembla

sobre el tuyo.

Inmovil te susurra

un suspiro.

Le eres alimento,

trigo tibio.

Somos como el mar

rompiendo en las orillas

con sus olas,

rapidas y tranquilas.

Entonces mis ojos

tienen sed de ti

de tu mirada inconclusa

tienen sed de

tu brasa incendiada

en mi alma,

sed de tus verbos

y tu risa.

Hay un incendio

en mis labios,

hay una sed

que ha de quemar tu cuerpo…

Y espero aqui

la llama inicial

de tu beso

para llegar

al fuego eterno.