Ahora vuelven los verbos
perfumados,
tocando las ventanas de mis ojos,
proponen un idioma matutino,
un mar sin horizontes
ni sonrojos.
Vuelven los vocablos
matutinos,
como labios sedientos
pronunciando vino.
Y diciendo las palabras
y no atino,
que me dice
aquella voz que desafio.
Aprendo lenguajes
con tu cuerpo
teoremas de curvas y de besos
es un idioma de tu boca
y en exceso
veo verbos que
me arropan,
y me embeleso.
Ahora se confiesan
mis dos ojos
y arde a la distancia
un cielo rojo,
con nubes blancas
que en mi mente,
con ideas,
yo decoro.
Danza de lluvias
y vocablos,
de verbos y fonemas
mientras hablo.
Hay verbos repetidos
y un regalo:
odiar, gemir,
ganar, vivir,
llorar, partir.
Oler, sentir.
Oler aquellos
verbos perfumados,
tocando las ventanas de mis ojos,
si salen de tus labios,
me sonrojo y te
entrego
mil latidos
con arrojo.
CBanks
Precioso, Carlos!
Grandísimo poema!!!!
Me encanta, es muy, muy bueno.
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Gracias ‘rimas flotantes!!!!
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que bien lo expresas
me encanta
saludos
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