A veces no se querer
me tropiezo en la torpeza
sin querer,
sigo de rutina
y con heridas abiertas
y lluvia fina,
me reniego
a la tibieza
matutina.
Y me resguardo
en las cavernas
de mis ojos.
Y me derrumbo
en las calles
con su polvo,
y me moja
la lluvia
arrastrando los despojos.
Y camino
y divago
y recorro,
transito
la tarde seca y plomiza.
Y todo esta en silencio
solo escucho
latidos
casi inaudibles
de un caminante,
quizas yo mismo
haciendo eco de
mi voz vacilante…
Hay un torbellino
y unas hojarascas
que atraviesan
mi destino.
No tengo ganas
ya ni camino,
solo esta modorra
y este afan por ser
Morfeo.
Luz oscura
y una repetida cancion
del Manzanero:
Aquel señor
a quien compraba las flores que te daba
me preguntó por tí …
CBanks