A las 11.11 am,
del lunes,
se apodera del día
tu recuerdo.
Tus ojos negros
mirando la luna
después de la llovizna.
Las aves
durmiendo sobre
el ronquido de unicornios
y dragones.
a las 11 y 11,
cada noche,
dilato tus pupilas
con un beso
y te escribo
un te quiero,
en mis latidos
y
en ese te quiero
te entrego
la vida.
Y
en la suave
ternura
de los labios
tuyos
me duermes,
me duermo,
mi vida.
C banks 2018 sept