Hay sonidos de violines
y alas de aves.
Un piano llora escuetamente
y flores que lloran bordadas
en la pared.
Aves que trinan!
Hay un cielo dulce
que se diluye en el tiempo
Y anuncia que
hoy es otoño.
Hojas que caen
de mis ojos
goteos de versos
desde tus labios rojos.
Ahora
soy
alfombra de hojarasca
soy
lagrima de nubes enfurecidas.
No soy
silencio,
soy
un trueno que llora
en la medianoche
y
soy aquella estrella fugaz
a la que nadie pide deseos
y me hace un reproche.
Insiste el violín
agudamente.
Y rompe el silencio
Hay reclamo de Dioses
y canciones de amor
en las que pienso.
Hay vientos que soplan
a flores dormidas.
Y flores que mueren
y aroman la brisa.
Es el otoño que llega desnudo
sin mucho afán
secando las hojas
de OCTUBRE
sin prisas
como un galan!
Carlos Banks
1/10/2018
muy bonito!!
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Gracias…!
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Precioso y nostálgico poema. Me encantó. Besos a tu alma.
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