Ahogo de egos

No recuerdo nada
al despertar,
el amanecer
me acaricia los ojos
con la débil luz
del albor.

Mis labios
recitan un dogma
y mis músculos
sueltan ataduras.

Hay aroma de café
y de flores
recién coladas.

Hay aroma de
ángeles
y huellas
transitadas.

Ignoro
el camino del día
y el propósito
del vuelo matutino
de las aves.

Acaso hay barcos despiertos
a las 4am?

El mar
si…

Jugueteando
con sus olas
inquietas,
escribiendo tu nombre
en la orilla
con breves
globos de aire
que se forman
sobre la arena tibia…

Me aturde
la noche llena de insomnio,
de burbujas,
de olor de sales marinas
y de pesadillas.

Me aturden las olas
y la tormenta
de la isla.

Pero no recuerdo
los sueños.

Quizás en ellos
alguien
me persigue
en la oscuridad.

Pero en mi almohada
se conserva tu perfume,
entonces
creo
que eres tu
quien nada
hacia el horizonte,
tras de mi,
salvando de
ahogarme
en mi propio
ego.

carlos Banks

4 comentarios sobre “Ahogo de egos

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