Ahora soy un fantasma
inútil,
sin alma,
ni horizonte.
Soy
lo que se lleva
el viento.
La lluvia
que se aproxima
no deja
soltar las
amarras.
No tengo casa
ni cielos
ni fresas.
Solo esta alerta
del pasado
que se entierra
en mis uñas.
Ahora me pierdo
entre humos
de cigarrillos
y lagrimas saladas.
Es cuando
dejo
de ser humano
y con
las cenizas
me convierto
en verso
y esperanza,
fantasma
del dilema
que congela
tibiamente
la
perspectiva
de su labio
que se seca
en su propia
tibieza
si intenta
mi nombre…
Mas,
mueren
de sed,
la tormenta
los labios
y sus ojos.
Por
ultima vez
Soy
fantasma
de la noche
y de la nada.
Fantasma
en las ideas
que explotan
desgranadas.
Fantasma,
fantasmas
fantasmas.
Pero
solamente
hasta
la duración del humo,
cuando acaba.
Carlos Banks