Le besé en las mejillas.
El sol reverbera en mis ojos, se descompone en colores brillantes. Ya los muertos se han ido, se levantaron con su parsimonia y acudieron al tañer de las campanas de la vieja iglesia del pueblo. Era un ding-dong ensordecedor que quizás solo ellos lo escucharon en el temblor de la tierra y de la madera… Leer más Le besé en las mejillas.