Tus ojos
dos llamaradas negras
quemando los hilos del viento.
Las inertes horas
de tu ausencia
se escapan
entre olas del mar…
Surge un suspiro!
Ya no estare solo
como el sol
ni como la montaña
en el bosque de silencios.
Ya no habrá
cadenas en el alma
ni miedo, ni frio.
Se que vendra
la primavera
y ella contigo
y contigo el trigo
y la presencia
de tu amor infinito
en mi existencia
Y por eso,
estas alas
que salen de mis ojos
y llegan a tu cielo.
Por eso estos caminos,
senderos manuscritos
que surgen en mi sino.
Y se pacigua el alma
cuando te recuerdo,
y siembro fantasias
el dia del encuentro.
Para cargar
los ojos de promesas
para beber el vino
cuando besas
y llenar mi corazon
con tu presencia
…
Carlos Banks (c) 2017